La Pluma De Plata encuentra a Santiago

julio 30, 2007

Desde aquel día que Roberto dejó a la pluma de plata en libertad, esta ha emprendido la búsqueda de un niño para que continuará haciendo el bien, como lo había hecho Roberto. Un día la pluma encontró a un niño llamado Santiago que tenía 11 años y su padres se llamaban Isabela y Carlos, la pluma entró en su casa para ver como se comportaba en su hogar, sin que nadie se diera cuenta, para decidir si el era el niño indicado para tener a la pluma en sus manos.

La pluma de plata estuvo ahí durante semanas observando a Santiago, un día la pluma vio que los padres de él peleaban mucho entre ellos y estaban pensando en separarse, eso ponía muy mal a Santiago, fue entonces cuando la pluma decidió que ese era el momento preciso para aparecerse le a Santiago, empezó a espiarlo por la ventana y pudo darse cuenta que él estaba viendo televisión, en el momento que Santiago fue al baño la pluma entró velozmente y se puso sobre su cama.

Cuando salió del baño se fue directo hacía la cama y cuando iba a acostarse vio a la pluma, la agarro y entonces pensó: - ¿De donde habrá salido está pluma ? a él no la importo y la puso sobre la mesa de su cuarto. Al rato su mamá lo llamo para comer, al regresar tomo la pluma y empezó a dibujar, lo primero que dibujo fue un perro y cuando vio a su lado estaba el mismo perro que él había dibujado. Él no lo podía creer entonces dibujo una pelota de fútbol y apareció al lado del perro.

Santiago estaba anonadado entonces pensó que con la ayuda de la pluma podría hacer que sus padres se reconciliaran, primero empezó dibujando un collar de perlas para que su mamá pensara que era un regalo de su esposo, espero a que los dos salieran a sus trabajos, entró al cuarto y puso el collar de perlas en donde ella ponía sus joyas.

Luego era el turno de escoger el regalo para su papá, se puso a pensar cual sería el regalo perfecto, después de un largo rato de pensar se le ocurrió dibujar una chaqueta de cuero y está apareció en el cuarto, Santiago la agarro y la puso en el closet para que su papá pensara que era un regalo que le hacía

su esposa.

Una vez que puso los regalos en su lugar se fue para su cuarto , cuando llegaron sus padres el se puso a ver televisión como si nada, su mamá entró a su cuarto para guardar sus zarcillos y vio el collar de perlas, que supuestamente le había regalado el papá de Santiago y se sintió muy feliz; más tarde el papá fue a guardar el saco que traía puesto y vio la chaqueta de cuero, la cual le gusto muchísimo y se alegró.

Para la noche Carlos invito a Isabela a una cena, ella muy feliz acepto, durante la cena ellos decidieron dejar de pelear y se reconciliaron. Cuando llegaron a la casa Santiago los vio y se puso muy contento porque sus padres estaban juntos otra vez y desde ese día decidió hacer cosas buenas con la ayuda de su Pluma de Plata.

Alejandro E. Blanco Parra.

Comentarios

Félix González dijo…

Ciertamente ha sido muy pobre el espacio que la gente mayor dedica a las cosas buenas de los niños. Este marginamiento es una consecuencia propia del raudo y pragmático mundo en que se desenvuelve nuestra sociedad. A ello se añade la vigencia en las mentes de las gentes mayores de conceptos anticuados sobre la seriedad y la razón. Así se articula un engranaje de ruedas dentadas que obran como un molino triturador de los mensajes de sus fábulas de ese personaje tan importante en toda familia y sociedad que es el niño.

Los niños necesitan quien lo escuche. Desde pequeño no ha tenido quien lo escuche. Siempre oímos decir : “Estas no son conversaciones para niños”. “Tu eres muy niño para meterte en cosas de mayores”. “Cuando los mayores hablan, los pequeños callan”. “Vete para el cuarto”. “Muchacho, cállate”. Y cuando se es adolescente oímos: ¿Cómo te atreves a hablarle así a tu mamá?. “SI abres la boca te la reviento de un solo ….”; y al joven: “Estás loco vale, no digas disparates, no te quiero oír” Finalmente es alcanzado por el maestro: Silencio, por favor. Y el policía que te dice: “Te callas”. ¿No nos permiten hablar? ¿Y entonces, cuál es la vida de niños que desean los adultos en la que no se puede hablar?.

No hay duda que los adultos no les hemos dado la oportunidad a los niños y a nadie para que hablen, pues siempre hemos creído que la realidad de nuestros niños está en la fantasía y que su trabajo no es otro que aquel juego. Hay adultos que evalúan bien los frutos de su imaginación y que los toman como las manifestaciones de la poesía al natural pero considerarían insignificante cuando el pensamiento y las fábulas de los niños nos hablan de la realidad de la gente adulta.

Sería interesante una encuesta con los niños el que le preguntáramos que piensan de nosotros. Estoy seguro de que sus opiniones no serían tan liliputienses, como los concebimos. Recordemos aquella caricatura de Mafalda en la que ella, desde su cuarto, le pregunta a su papá que significa DEMOCRACIA, y su padre quien se encontraba en la sala responde en voz alta: “Hija, democracia proviene de dos vocablos griegos: Demos que significa gente y kratos que significa autoridad o poder. Es decir, democracia es una forma de gobierno en que el control político es ejercido directamente por el pueblo y en la que sus representantes son elegidos libremente por el pueblo”. El padre de Mafalda se sintió muy orgulloso de sí mismo con tan contundente explicación pero al percatarse de que no hubo comentario adicional de parte de Mafalda, decide subir a su cuarto y encuentra a Mafalda en el piso, privada de la risa y se reía cada vez más cuando ella repetía el concepto de democracia. O el caso de Tomacito, “un vecino de nueve años con quién Arístides Bastidas solía dialogar, dijo que Arístides es un vivo, pues además de ser ciego escribía cosas para que fueran otros lo que tuvieran el trabajo de leerlas”. Hay que admirar la red de asociaciones de ideas que condujeron a Mafalda y a Tomacito a esas conclusiones. No hay duda que en ambos están entre los que han captado el ventajismo con que nosotros los adutos los tratamos a ellos, persuadidos de una clarividencia que nosotros no tenemos.

Afortunadamente hay soñadores como tú, que jamás duermen en el propósito de hurtarles a los adultos alguna porción pequeña de ese espacio para ver lo que hablan los niños. En todos los espacios les negamos a los niños el rol protagonista que asumen los grandes de un modo inapelable. Esta perversidad va pareja a otra más nociva y que consiste en el bombardeo de ficciones artificiales y manipuladas, que al lado de sus fábulas asistidas de lógica, son como cuadros de aquelarre en una exposición de mansas acuarelas. No me cabe ninguna duda de que si los niños hicieran la prensa, la radio, el cine y la televisión nos habrían dado a los grandes la fina educación que no hemos podido impartirles por las mismas vías. Además nos refrescarían el sentido de la sinceridad.

Maestro Alejandro, usted es como el genuino periodismo, pues tienen un compromiso inevitable con los sentimientos, la moral y los intereses generales del ser humano. Entre estos sobresalen los afectivos y entre éstos debe agigantarse el amor que le debemos a los niños.

Amigo, que vivan todos los Santiagos del mundo con sus plumas de plata, que es una manera de decir, que vivan todos los niños sin excepción, salvadores de vidas, apagadores de fuegos, bomberos por naturaleza, conciliadores cuando hay diferencias, amigos sinceros, genuinos poetas, eternos "panas".

Gracias a tí por tan bella y contundente lección que me has dado hoy con tu escrito. Tomaré tu consejo muy seriamente.

Félix González B

4:38 p.m.