Nos miran, nos etiquetan. Nos miramos, nos etiquetamos. Nos excluimos.

Las etiquetas, establecen o pretenden
establecer un orden, pero con ellas nos han inculcado inconscientemente, miedo,
sí, miedo, aquello que por convención, se me ha dado, lo tomo como verdadero
sin siquiera cuestionarlo por un segundo.
Se nos han dado Derechos, pero también nos han sido heredadas etiquetas
y las segundas parecieran estar por encima en la contienda acerca de lo convencional
en la sociedad misma. Miedo, a experimentar, conocer, develar, asimilar,
juntar, crear, superar, un profundo y voraz miedo a reconocer-nos.
Las etiquetas son prejuicios, que
nos escinden entre los seres humanos, nos distancian, no nos permiten una verdadera
comunicación entre los unos y los otros. Nos predisponen, no nos permiten ser y
por lo tanto no nos permiten dejar ser al otro. Estamos tan encerrados en
nosotros mismos, que nos perdemos del mundo, estando sin embargo inmersos en
él.
Se habló en un principio de
inválidos, minusválidos, discapacitados, hoy en día de personas con
discapacidad, diversidad funcional, entre muchos otros subtipos, que sería
demasiado larga la lista para siquiera hacerla en estas líneas...Cuánto daño nos
han hecho y nos hacen las etiquetas, a la humanidad... Incluso cuando estas son
bien intencionadas, nos dañan, un ejemplo, que es aceptado por muchos,
inclusive por mí persona, se evidencia en el hacer la distinción entre personas
con discapacidad y personas “convencionales”, ¿qué se quiere decir con esto? ¿Por
tener una discapacidad, no estoy dentro de las convenciones? Si acaso ¿qué es
lo convencional? ¿Quién dictamina que es lo convencional? ¿Es algo que se
construye entre todos? Me parece que no ha sido así.
Las etiquetas nos programan, dictaminan nuestro actuar, mutilan el encuentro con el otro. Parecieran dar cierto sentimiento de superioridad a algunas personas ante los otros, esto puede ser consciente o en la mayoría de casos inconscientemente, son muchas ocasiones en las que alguna persona “convencional”, interactúa con una persona con discapacidad, e independientemente de su intención y debido a lo convencional, por los prejuicios, las etiquetas en fin. Pasan por encima las primeras de las segundas, bien sea queriendo ayudar o simplemente discriminando, porque las etiquetas son demasiado fuertes y están muy arraigadas a nuestro ser, como para permitir expresarnos a plenitud y por supuesto permitir expresarse a los demás....Cuánto daño nos han hecho y nos hacen las etiquetas... Pero ellas no deben y sobre todo no pueden vencernos, en algunas ocasiones se hacen necesarias. No obstante, somos más que ellas, sin lugar a dudas.
Y sin embargo, Stephen Hawking, es
considerado como el astro-físico de
mayor renombre en el mundo desde los tiempos de Einstein, ¿es Hawking considerado
y tratado como una persona con discapacidad? No lo sé, parecería que no.
Alejandro Enrique Blanco Parra.
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